Según UNICEF, el acoso escolar se define como “toda conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua e intencionada”.
EL acoso escolar es actualmente uno de los problemas más importantes a nivel de salud pública y que además ha ido en aumento en los últimos años. El acoso o violencia escolar se define como todas aquellas conductas de hostigamiento, ya sean físico, psicológico o verbal que se caracteriza por producirse de manera reiterada y progresiva en el tiempo. Esta conducta se lleva a cabo por parte de uno o varios acosadores hacia una o varias víctimas, generando un ambiente de intimidación y humillación. Este tipo de violencia escolar al no producirse de manera igualitaria entre pares acarrea diversas consecuencias para la persona que es objeto de estas acciones negativas. En la mayoría de los casos, el alumno que es víctima de esta situación somatiza de diferentes maneras los abusos a los que es sometido, por ello es primordial que, desde el ámbito sanitario, se aborde el acoso escolar de manera integral y multidisciplinar.
El acoso escolar puede manifestarse de diferentes formas, como insultos, burlas, amenazas, golpes, exclusión social, difamación, entre otros. Además, se ha extendido también al ámbito digital con el nombre de “ciberacoso”, donde se utiliza internet, redes sociales y dispositivos electrónicos para acosar a la víctima.
Las consecuencias del, acoso escolar pueden ser muy graves para la persona afectada, provocando ansiedad, depresión, baja autoestima, dificultades académicas, trastornos alimentarios, entre otros problemas emocionales. En algunos casos, el acoso escolar ha llevado al suicidio de la víctima.
Es fundamental prevenir y combatir el acoso escolar, generando conciencia en la comunidad educativa y sanitaria, sobre la importancia de criar niños y niñas y adolescentes respetuosos, fomentando la empatía y la comunicación asertiva. Además, es esencial establecer protocolos de actuación ante situaciones de acoso, garantizando la seguridad y el bienestar de los jóvenes.
Objetivos:
- SENSIBILIZAR Y CONCIENCIAR: Es importante educar a todos los miembros de la comunidad educativa y al ámbito sanitario (estudiantes, profesores, personal de apoyo, padres y tutores) sobre la existencia del acoso escolar, sus consecuencias y la importancia de prevenirlo.
- CREAR UN ENTORNO SEGURO Y RESPETUOSO: Es fundamental fomentar un clima de respeto, tolerancia y convivencia pacífica en el centro escolar. Esto implica establecer normas claras contra el acoso escolar y promover el respeto a la diversidad.
- PROMOVER LA EMPATIA Y LA COMUNICACIÓN AFECTIVA: Inculcar a los niños, niñas y jóvenes la importancia de ponerse en el lugar de otros y fomentar la capacidad de expresar sus sentimientos y necesidades de manera asertiva.
- ESTABLECER MECANISMOS DE DETECCIÓN TEMPRANA: Los centros educativos deben contar con procedimientos y protocolos claros para identificar y abordar los casos de acoso escolar, para ello, se debe formar al personal docente y no docente, para poder reconocer las señales de alerta.
- INTERVENIR Y APOYAR A LAS VICTIMAS: Es importante establecer apoyo psicológico a las víctimas de acoso escolar, así como facilitarles herramientas para hacer frente a la situación y empoderarlas.
- SANCIONAR A LOS ACOSADORES: Los acosadores deben recibir sanciones acordes a la gravedad de sus acciones, lo cual puede incluir desde amonestaciones verbales, hasta medidas disciplinarias más severas e incluso la expulsión del centro educativo.
- INVOLUCRAR A LOS PADRES Y TUTORES: Los padres y tutores deben ser informados y participar activamente en la prevención y abordaje del acoso escolar. Es importante fomentar la comunicación abierta entre la escuela y la familia.
- PROMOVER PROGRAMAS DE EDUCACIÓN EMOCIONAL Y HABILIDADES SOCIALES: La formación en habilidades sociales, resolución de conflictos y regulación emocional puede ayudar a prevenir el acoso escolar, pues fomenta la empatía, la tolerancia y el respeto entre niños, niñas y jóvenes.
- ESTABLECER CANALES DE DENUNCIA Y APOYO: Se debe contar con un sistema de denuncia confidencial y accesible para que niños, niñas y jóvenes puedan reportar casos de acoso escolar, así como un equipo de profesionales capacitados para brindar apoyo y orientación.
- EVALUAR Y HACER SEGUIMIENTO: Es importante evaluar periódicamente los casos de acoso escolar, así como las medidas implementadas para prevenirlo, para identificar posibles áreas de mejoras y asegurar que se están cumpliendo los protocolos establecidos.
